Con una prevalencia que rebasa el 85% de la población mundial, el acné es, sin duda, la enfermedad cutánea más común que puede encontrarse en pacientes que van desde la pubertad hasta la edad adulta.
Esta condición, predominante durante la adolescencia, afecta mayoritariamente a hombres y mujeres de entre los 15 y 25 años, presentándose en un 91% en el género masculino y en un 79% en el femenino. No obstante, el acné también es recurrente entre los adultos, aunque en una proporción mucho menor, rondando el 3% de los caballeros y llegando hasta el 12% de las damas, diferencia que tiene su explicación en los cambios hormonales que suceden durante el embarazo, la lactancia y la menopausia.
Los daños que origina, si bien no ponen en riesgo la salud y la vida del paciente, perjudican enormemente la apariencia personal y la autoestima de quienes sufren de este problema, además de que puede dejar cicatrices profundas que aún después de resuelta la enfermedad siguen siendo motivo de preocupación e inseguridad, puesto que estas marcas vestigiales suelen ser bastante notorias y difíciles de borrar.
Ante este panorama, algunos tratamientos cutáneos son altamente efectivos para evitar que la bacteria causante del acné vulgar se propague por todo el rostro e incluso otras partes del cuerpo –como espalda, brazos y pecho—, aminorando las secuelas permanentes en la piel y curando por completo los brotes existentes. Entre ellos, uno de los más destacados debido a su alta efectividad y seguridad es la aplicación de Luz Pulsada Intensa (IPL, por sus siglas en inglés), que te ayuda a conseguir un cutis sano, terso y bello.
¿Cómo funciona el tratamiento IPL y cuáles son sus beneficios?
El tratamiento IPL consiste en la aplicación de un haz policromático de alto espectro por medio de aparatología especializada, el cual penetra en la piel para eliminar imperfecciones y destruir las bacterias por largos periodos, por lo que una vez que te realices un procedimiento como este no tendrás que volvértelo a hacer por mucho tiempo.
Entre las principales ventajas de este método se encuentran las siguientes:
- Elimina pústulas y granos que se encuentran en la epidermis y destruye lesiones quísticas que permanecen enterradas.
- Los resultados son visibles desde la primera sesión y sólo son necesarias alrededor de ocho para librar a la piel del acné.
- No hay efectos secundarios ni daños dérmicos, pues, aunque las pieles más sensibles pueden irritarse un poco, su recuperación es total tras unas horas de haberse realizado el tratamiento.
- Sirve para todo tipo de acné, desde el más leve hasta el severo, y ayuda a reducir marcas y cicatrices rápidamente, esto debido a que estimula la oxigenación y autor reparación cutánea.
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