El paso del tiempo, la edad, los desvelos, la alimentación inadecuada y la exposición solar excesiva se plasman en el rostro más que en otras partes del cuerpo. Con el envejecimiento, los tejidos naturales de la piel son reabsorbidos y comienzan a perder volumen, lo que ocasiona flacidez, líneas de expresión al sonreír o hacer gestos, ojeras que no se atenúan con descanso, labios delgados y otros rasgos que restan juventud a la cara.
Sin embargo, no todas las personas desean recurrir a la cirugía plástica para rejuvenecer su rostro, por lo que buscan alternativas poco invasivas, con resultados visibles de forma inmediata y que les ayuden a recuperar el volumen y firmeza de su piel. Los fillers son la respuesta a esta búsqueda.
¿Qué son los fillers?
Los fillers o rellenos dérmicos son sustancias biocompatibles con la piel, que se introducen mediante microinyecciones para corregir los efectos del envejecimiento, alisar arrugas, dar volumen y moldear el rostro.
La aplicación de los fillers es en el consultorio del especialista en cirugía plástica o dermatología, y pueden obtenerse resultados visibles desde la aplicación, aunque el efecto es gradual y tarda alrededor de una semana en reflejarse por completo. El principal beneficio de los fillers es que dan resultados naturales, sin la necesidad de una cirugía por lo que no se requiere hospitalización ni cuidados postoperatorios.
Tipos de fillers
En general, existen dos tipos de fillers: los naturales o biológicos y los sintéticos o no biológicos. Los más conocidos son el ácido hialurónico y la toxina botulínica, pero hay otros de los que te contaremos a continuación.
Ácido hialurónico (HA)
El ácido hialurónico es una sustancia natural del organismo humano, presente en la piel, articulaciones y tejidos oculares. Es una molécula que absorbe el agua, por lo que es la responsable de brindar una apariencia joven y tersa a la piel.
Los rellenos de ácido hialurónico son orgánicos, biocompatibles, brindan resultados naturales y duraderos tanto en el rejuvenecimiento aplicado en líneas de expresión y arrugas, como en el uso de relleno para remodelación de labios, rinomodelación, aumentos de mentón o de pómulos.
Su duración es de entre 6 y 9 meses y el efecto final comienza a verse alrededor de una semana después de la sesión.
Toxina botulínica
La toxina botulínica tipo A (conocida comercialmente como botox) es una sustancia natural que actúa como modulador de la acción muscular. Es decir, bloquea la transmisión nerviosa del músculo, por lo que evita que se contraigan los músculos asociados con la gesticulación que provocan las arrugas dinámicas.
La infiltración de toxina botulínica es mediante microinyecciones, que relajan el tono muscular facial para dar una apariencia más relajada y juvenil.
La duración aproximada es de entre 4 y 6 meses y los efectos comienzan a verse entre 48 y 72 horas posteriores a la aplicación, pero el resultado final se verá alrededor de 10 días después.
Hidrohilapatita de calcio (CaHA)
Esta sustancia también es natural y se encuentra en los huesos. Se aplica en forma de gel a través de microinyecciones tanto para el rejuvenecimiento facial para tratar arrugas en la frente, nasolabiales, y como relleno en cicatrices de acné, para moldear el contorno de la línea de la mandíbula, rinomodelación y aumentar el mentón.
Su duración aproximada es de entre 9 y 24 meses y se pueden notar resultados en los primeros dos días posteriores a la sesión.
Ácido poliláctico (PLA)
Una sustancia de origen sintético que se usa para dar volumen a la piel, por ejemplo, para corregir asimetrías faciales, pliegues nasolabiales, rinomodelación, así como para corregir líneas de expresión y arrugas.
Al ser una sustancia sintética, sus resultados son de mayor duración, perdurando alrededor de 3 años después de la aplicación con microinyecciones.
Los rellenos de ácido poliláctico son sintéticos. Se han usado desde hace más de 40 años, con aplicaciones diversas en cosmética y rejuvenecimiento facial. Además, su duración es mayor que la de los materiales biológicos, pues los resultados pueden durar hasta 3 años.
¿Cómo se aplican los fillers?
En general, los fillers se aplican en el consultorio de un especialista en cirugía plástica o dermatología. Se aplica un anestésico local en crema, se limpia el rostro para retirar residuos de crema o contaminantes ambientales. Posteriormente, el especialista aplica la sustancia mediante microinyecciones en las zonas a tratar.
¿Cualquier persona es candidata a los fillers?
En general, los fillers son sustancias biocompatibles y que no causan alergias. Sin embargo, siempre es recomendable acudir a consulta de valoración para que el especialista analice la estructura facial del paciente, el tipo de arrugas o situación a tratar.
Asimismo, con la orientación del especialista podrás elegir el tipo de filler más adecuado a los objetivos que quieras alcanzar, ya sea el rejuvenecimiento facial o el moldeo de alguna parte de tu rostro.
Beneficios de los fillers
- Aplicación rápida
- Procedimiento ambulatorio (sin cirugía ni hospitalización)
- Indoloro (solo se sienten molestias pequeñas)
- Resultados rápidos
- Apariencia natural
- No causan daño a la piel
- Tratamiento asequible
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