El sueño de muchas personas es tener un vientre plano, cintura marcada, con busto y glúteos firmes y redondos, que le hagan sentir hermosa cada vez que se vea en el espejo, con mayor seguridad en sí misma al usar su ropa favorita y, sobre todo, con un cuerpo saludable. La buena noticia es que esto puede ser realidad siguiendo algunos consejos, acompáñanos a leerlos.
Alimentación balanceada
Cuando nos decidimos a entrar a un régimen alimenticio restrictivo, lo primero que notamos al bajar de peso es que “desaparece” el volumen de nuestros glúteos, busto y piernas, pero lo último y más difícil de eliminar es el abdomen. Esto se debe a que el proceso de pérdida de grasa es global, es decir, tu cuerpo sabe que sobra energía almacenada en forma de grasa y la eliminará de forma general.
Para ayudar a que tu organismo depure la grasa acumulada, una alimentación balanceada es indispensable: especialmente debes consumir proteína como queso, huevo y carne, que te ayudarán a evitar la pérdida de masa muscular. Evita la comida chatarra, refrescos, dulces y pan, que inflaman el vientre y te harán subir de peso rápidamente.
Haz ejercicio
La combinación de actividades cardiovasculares (bailar, correr, saltar la cuerda, entre otros) con levantamiento de pesas y ejercicios localizados como sentadillas, zancadas, puentes y abdominales te ayudará a formar masa muscular, tonificar tu piel y acelerar la pérdida de volumen en la zona del abdomen y cintura.
Agua, jugos e infusiones
La mayoría de nutriólogos recomienda beber dos litros de agua natural, pero los jugos de vegetales son una alternativa que te aportará fibra natural para desintoxicar tu organismo, mejorar el tránsito intestinal y aplanar tu vientre; por su parte, las infusiones de té verde aceleran el metabolismo y son diuréticas, por lo que eliminarás las toxinas y verás cómo tu vientre se desinflama poco a poco.
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Bájale al estrés
¿Sabías que el estrés puede ser el responsable de esa grasa en tu vientre? El cerebro segrega una hormona llamada cortisol como respuesta ante situaciones de emergencia; a su vez, el cortisol provoca un aumento de insulina que se traduce en ese apetito insaciable que puede llevarte a comer una dona de chocolate, unas frituras y un refresco de cola (todos juntos y de golpe). Es lo que conocemos como aliviar el estrés con comida, que favorece el almacenamiento de grasa, el aumento de peso y padecimientos como la resistencia a la insulina.
Opciones quirúrgicas
Si bien el ejercicio, la alimentación y una vida sin estrés son clave para mantener un peso saludable y sentirte feliz, la cirugía es una alternativa que siempre se encuentra sobre la mesa, y que te ayudará a eliminar la grasa localizada, dar volumen o recuperar la figura perdida por los embarazos.
La liposucción, lipoescultura, levantamiento de senos y Brazilian But Lift son las cirugías más recomendadas para marcar la cintura, aplanar el vientre y dar volumen en busto y glúteos para obtener esa figura de ensueño.
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