Para tener una piel suave y bella hay que hidratarla todos los días, protegiéndola de los contaminantes ambientales y alérgenos ya que actúa como una barrera protectora. El uso de crema hidratante debe formar parte de las rutinas matutinas y nocturnas de higiene para lucir un rostro joven, terso y suave.
Si no sabes qué hidratante elegir de acuerdo con tu tipo de piel, acompáñanos a leer:
- Piel grasa. Si tu piel es grasa, tiene una apariencia brillosa, sudas con frecuencia o en abundancia y tiendes a sufrir brotes de acné, necesitas una crema hidratante en gel y puedes elegir entre productos con aloe vera, pepino, cítricos, entre otros que no obstruyan tus poros ni aporten grasa adicional.
- Piel seca. Dependiendo del grado de sequedad de tu piel debe ser el nivel de humectación, especialmente en otoño e invierno, donde la falta de humedad en el ambiente puede provocar un aspecto cenizo y áspero. Elige cremas con productos como glicerina, ácido hialurónico, ceramidas, miel, aceite de coco, almendras o manteca de karité, que aportan la grasa que tu piel necesita y suavizarán las asperezas.
- Piel mixta. Si la piel de tu frente y nariz (zona T) es grasa pero el resto es seca, necesitas hidratantes ligeros, de preferencia en gel para que no obstruyan los poros ni dejen una apariencia brillosa; productos como el aloe vera, pepino y ácido hialurónico son ideales para equilibrar la piel.
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En general, las pieles jóvenes son mixtas y las maduras tienden a resecarse y sufrir los cambios de clima, por lo que es importante observar y conocer tu piel para ir adaptando tus productos hidratantes a los cambios. Asimismo, lavar tu rostro al menos dos veces al día (antes y después de maquillarte, o al levantarte y antes de ir a dormir), exfoliarlo una vez por semana y evitar productos con parabenos y alcohol son clave para mantener una piel saludable, joven y fresca a cualquier edad.
¿Y si mi piel está muy dañada?
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